Convenio Internacional sobre el Control de los Sistemas Antiincrustantes Perjudiciales en los Buques (AFS), 2001

20 Jul

En contexto con la proteccion de la Biodiversidad

La Organización Maritima Internacional (OMI), como organismo especializado de las Naciones Unidas, tiene un papel crucial en la protección de la biodiversidad marina, ya que su labor aborda los principales impulsores directos de la pérdida de biodiversidad, como la contaminación, las especies invasoras y el cambio climático.

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es el principal tratado mundial para proteger la biodiversidad, y en 2022, se adoptó el Marco Mundial para la Biodiversidad Kunming-Montreal (GBF) con objetivos globales para 2050. La OMI contribuirá a la consecución de estos objetivos.

La OMI salvaguarda los ecosistemas marinos a través de diversas acciones, como la gestión del agua de lastre para prevenir la propagación de especies invasoras, la reducción de la contaminación marina mediante el Convenio MARPOL y el Convenio de Londres, y la lucha contra el cambio climático a través del Anexo VI del Convenio MARPOL.

Además, la OMI trabaja en la planificación espacial marina, estableciendo zonas marinas especialmente sensibles (ZMES) y zonas de control de emisiones (ECA), y colabora con la FAO en la promoción de la pesca sostenible.

La labor de la OMI se conecta de manera integral con los causantes de la pérdida de biodiversidad, abordando la contaminación, las especies invasoras, el cambio climático y el uso sostenible del mar.

La OMI está comprometida con la protección y reconstrucción de la biodiversidad marina, participando en actividades interinstitucionales e intergubernamentales sobre cuestiones ambientales y contribuyendo al desarrollo del Marco Mundial para la Biodiversidad.

Introducción

El Convenio Internacional sobre el Control de los Sistemas Antiincrustantes Perjudiciales en los Buques (AFS), adoptado por la Organización Marítima Internacional (OMI) en 2001, es un instrumento jurídico fundamental para la protección del medio marino y la salud humana. Este convenio regula el uso de sistemas antiincrustantes en los buques, que son pinturas o recubrimientos diseñados para prevenir la acumulación de organismos marinos en los cascos de los buques, pero que a menudo contienen sustancias químicas nocivas para el medio ambiente.

Exposición de Motivos para su Ratificación

La ratificación del Convenio AFS por parte de los Estados es crucial por varias razones:

  1. Protección de la biodiversidad marina: Los sistemas antiincrustantes tradicionales liberan biocidas al medio marino, que pueden tener efectos tóxicos en una amplia gama de organismos marinos, incluyendo algas, invertebrados y peces. La ratificación del convenio es un paso esencial para reducir estos impactos y proteger la biodiversidad marina.
  2. Preservación de la salud humana: Algunos de los biocidas utilizados en los sistemas antiincrustantes, como el tributilestaño (TBT), son altamente tóxicos y pueden acumularse en la cadena alimentaria, representando un riesgo para la salud humana. La implementación del convenio contribuye a reducir la exposición humana a estas sustancias.
  3. Cumplimiento de los compromisos internacionales: La ratificación del Convenio AFS es una muestra del compromiso de los Estados con la protección del medio marino y el cumplimiento de los acuerdos internacionales en materia de medio ambiente.
  4. Marco regulatorio uniforme: El convenio establece un marco regulatorio uniforme para todos los buques, independientemente de su bandera, lo que garantiza una competencia justa en la industria marítima y evita que los buques de países con regulaciones menos estrictas tengan una ventaja competitiva.

Implicaciones para su Implantación

La implantación del Convenio AFS a nivel nacional requiere una serie de acciones:

  1. Incorporación a la legislación nacional: Los Estados deben transponer las disposiciones del convenio a su legislación nacional, incluyendo la prohibición de los sistemas antiincrustantes que contengan sustancias nocivas, el establecimiento de requisitos para la aplicación y el mantenimiento de los sistemas antiincrustantes permitidos, y la creación de un sistema de inspección y certificación.
  2. Desarrollo de capacidades: Es fundamental capacitar a los inspectores, auditores y personal de la industria marítima en los requisitos técnicos del convenio, así como en los métodos de muestreo e inspección de los sistemas antiincrustantes.
  3. Establecimiento de infraestructura: Se requiere la creación o mejora de instalaciones para la inspección, muestreo y análisis de los sistemas antiincrustantes, así como para la gestión de los residuos generados por la eliminación de los sistemas antiincrustantes prohibidos.
  4. Sensibilización y divulgación: Es importante concienciar a la industria marítima y al público en general sobre los riesgos de los sistemas antiincrustantes nocivos y los beneficios de utilizar alternativas más seguras y respetuosas con el medio ambiente.

Recomendaciones sobre Buenas Prácticas

Para una implementación efectiva del Convenio AFS, se recomienda:

  1. Fomentar la cooperación internacional: El intercambio de información y mejores prácticas entre Estados, organizaciones internacionales y la industria marítima es fundamental para garantizar una aplicación uniforme y efectiva del convenio.
  2. Promover la investigación y el desarrollo: Es necesario invertir en investigación para desarrollar sistemas antiincrustantes más seguros y eficaces, así como para mejorar los métodos de evaluación de riesgos y monitoreo ambiental.
  3. Fortalecer la vigilancia y el cumplimiento: Los Estados deben establecer mecanismos de inspección y control rigurosos, así como sanciones disuasorias para los infractores, para garantizar el cumplimiento del convenio.
  4. Involucrar a las partes interesadas: La participación activa de la industria marítima, las organizaciones no gubernamentales y las comunidades costeras es esencial para lograr una implementación exitosa y sostenible del convenio.

El Convenio AFS de 2001 es un hito en la protección del medio marino y la salud humana. Su implementación efectiva requiere un esfuerzo continuo y concertado de todos los actores involucrados, pero los beneficios a largo plazo para los océanos y las generaciones futuras son invaluables

La Organización Marítima Internacional (OMI) y la Talasocracia Venezolana

15 Jul

Desafíos y Oportunidades

La Organización Marítima Internacional (OMI) juega un papel crucial en la gobernanza y seguridad marítima a nivel global, siendo un actor clave en la promoción de la talasocracia, el dominio y control de los mares. Este artículo analiza la relación entre la OMI y el concepto de talasocracia, explorando cómo Venezuela puede aprovechar este organismo para fortalecer su posición marítima.

Mandato de la OMI

La OMI, como organismo especializado de las Naciones Unidas, tiene un mandato mundial que abarca la seguridad, la prevención de la contaminación marina y la eficiencia de la navegación. Su legitimidad se basa en su amplia membresía de 176 Estados y la aceptación generalizada de sus reglas y normas que generalmente se adoptan por consenso.

Relación entre la OMI y el Concepto de Talasocracia

El enfoque de la OMI en la gobernanza y seguridad marítima está estrechamente alineado con el concepto de talasocracia. La labor normativa y de cooperación de la OMI fortalece la capacidad de los Estados para ejercer control y dominio sobre los mares y océanos.

Ley Orgánica de los Espacios Acuáticos y Soberanía Venezolana

Venezuela, aunque no ha ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), ha promulgado la Ley Orgánica de los Espacios Acuáticos (LOEA), que incorpora gran parte de su contenido. Esta ley permite a Venezuela ejercer un mayor control y soberanía sobre sus espacios marítimos, delimitándolos, otorgándole derechos sobre los recursos naturales marinos y estableciendo mecanismos para su seguridad y defensa.

Venezuela como Estado Talasocrático

El análisis de la LOEA y la ratificación de 21 convenios de la OMI evidencian la voluntad de Venezuela de ejercer control y soberanía sobre sus espacios marítimos y participar activamente en la gobernanza marítima internacional. A pesar de los desafíos en cuanto a la proyección de poder marítimo y desarrollo tecnológico, Venezuela presenta características de un Estado talasocrático.

Analisis de la Talasocracia en Venezuela

En cuanto al analisis de la LOEA permite concluir que Venezuela presenta características de un Estado talasocrático, en la medida en que ha buscado ejercer un mayor control y dominio sobre sus espacios acuáticos, a través de la promulgación de una legislación propia y la participación activa en la gobernanza marítima internacional.

En este sentido, la participación activa de Venezuela en la OMI puede ser vista como una herramienta para ejercer su Talasocracia, es decir, para fortalecer su influencia y liderazgo en el ámbito marítimo regional e internacional. A través de la OMI, Venezuela puede promover sus intereses, defender sus derechos y contribuir a la construcción de un orden marítimo más justo y equitativo.

Además, la OMI ofrece a Venezuela la oportunidad de desarrollar una Talasocracia sostenible, basada en el respeto al medio ambiente y la gestión responsable de los recursos marítimos. La adopción de prácticas sostenibles en el transporte marítimo, promovidas por la OMI, puede contribuir al desarrollo económico y social de Venezuela, al tiempo que protege su patrimonio natural y cultural.

Ejemplos de Aplicación del Enfoque Talasocrático en la OMI

La OMI ha aplicado el enfoque talasocrático a través del desarrollo de estándares internacionales, mecanismos de implementación y cumplimiento, cooperación interinstitucional y anticipación a nuevos desafíos. Ejemplos de ello son el Convenio SOLAS, el Plan de Auditorías de los Estados Miembros (IMSAS), la Ventanilla Única Marítima (VUM), el Acuerdo de Ciudad de Cabo y el Acuerdo de Viña del Mar.

Desarrollo de estandares Internacionales: El Convenio SOLAS

El Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar es un tratado internacional crucial que establece normas mínimas de seguridad para la construcción, equipamiento y operación de buques mercantes. El Convenio SOLAS tiene como objetivo principal salvaguardar la vida humana en el mar.

El Convenio SOLAS aborda una amplia gama de aspectos relacionados con la seguridad marítima, incluyendo la construcción del buque, el compartimentado y la estabilidad, las instalaciones de máquinas e instalaciones eléctricas, la prevención, detección y extinción de incendios, los dispositivos y medios de salvamento, las radiocomunicaciones, la seguridad en la navegación, el transporte de cargas y mercancías peligrosas, los buques nucleares, la gestión de la seguridad operacional, las medidas de seguridad para naves de gran velocidad y graneleros, y las medidas especiales para incrementar la seguridad y protección marítima.

La importancia del Convenio SOLAS radica en su capacidad para establecer un marco regulatorio uniforme a nivel internacional, garantizando que los buques cumplan con estándares mínimos de seguridad, independientemente de su bandera. Esto contribuye a reducir los riesgos de accidentes marítimos, proteger la vida de las tripulaciones y pasajeros, y prevenir la contaminación marina.

El Convenio SOLAS establece un sistema de certificación y supervisión para asegurar el cumplimiento de sus disposiciones. Los Estados de abanderamiento son responsables de verificar que los buques bajo su bandera cumplan con las normas del Convenio, y los Estados rectores de puertos pueden inspeccionar buques extranjeros para garantizar que cumplan con los estándares internacionales.

El Convenio SOLAS ha demostrado ser un instrumento eficaz para mejorar la seguridad marítima a nivel mundial. A través de sus enmiendas y actualizaciones periódicas, el Convenio se adapta a los avances tecnológicos y a los nuevos desafíos que enfrenta el transporte marítimo, garantizando que las normas de seguridad sigan siendo relevantes y efectivas para proteger la vida humana en el mar.

Mecanismos de implementacion y cumplimiento: Auditorias IMSAS

El Consejo de la Organización Marítima Internacional (OMI) en su 132º periodo de sesiones abordó el Plan de auditorías de los Estados Miembros de la OMI (IMSAS). Se refrendó el calendario de auditorías revisado. Se alentó a los Estados Miembros auditados a autorizar la divulgación de sus informes finales y proporcionar datos de contacto para acceder a ellos a través del GISIS. Se invitó a los Estados Miembros auditados a presentar observaciones sobre los avances en la implantación de sus planes de medidas correctivas. Se alentó a los auditores a actualizar sus perfiles en la lista-e y a los Estados Miembros a potenciar la participación de las mujeres en el Plan de auditorías.

El Consejo examino los retos del primer ciclo de auditorías. Se respaldó la propuesta de perfeccionar el Plan en el segundo ciclo mediante un enfoque de supervisión continua. Tambien  se refrendó la revisión del Manual del auditor y se solicitó a la Secretaría que presentara un proyecto revisado.

El Consejo apoyó el restablecimiento del grupo de expertos  para dos periodos de sesiones, incluyendo los elementos de seguimiento continuo (ICMM) y las novedades informáticas, para conducir el Plan hacia sus próximos ciclos de auditorías. 

Cooperacion Inter-Institucional: Ventanilla Unica Maritima (UNCTAD)

Actualmente la Autoridad Acuática Venezolana está desarrollando una ventanilla única marítima, que se integrara en una ventanilla única nacional con el SUDUNEA del SENIAT y muy posiblemente también con la ventanilla única de comercio exterior, realmente en un entorno de ventanillas única, con un único punto de entrada al sistema.

La implementación de una Ventanilla Única Marítima es un proceso complejo que requiere una planificación cuidadosa y una estrecha colaboración entre los diferentes actores involucrados. Sin embargo, los beneficios potenciales en términos de eficiencia, competitividad y facilitación del comercio marítimo hacen que este esfuerzo valga la pena.

En general, el proyecto de Ventanilla Única de Facilitación Portuaria en Venezuela hasta la fecha muestra un progreso notable y en su plan de trabajo tiene presente continuar fortaleciendo la coordinación interinstitucional y la participación del sector privado, con la finalidad de poder consolidar una herramienta eficiente y transparente que impulse el desarrollo comercio marítimo y la competitividad del país.

Cooperacion Inter-Institucional: Acuerdo de Ciudad del Cabo (OMI-OIT-FAO)

El Acuerdo de Ciudad del Cabo de 2012 es un tratado internacional crucial para mejorar la seguridad de los buques pesqueros, una de las profesiones más peligrosas del mundo. 

La importancia de este acuerdo radica en su contribución a la navegación segura, legal y sostenible, mejorando las normas de seguridad de más de 64.000 buques de 24 metros de eslora en todo el mundo. El acuerdo busca facilitar un mejor control de la seguridad por parte de los Estados rectores de puerto, los Estados de abanderamiento y los Estados ribereños. Además, se espera que contribuya a combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) y a prevenir la contaminación marina por plásticos procedentes de redes de pesca abandonadas.

Cooperacion Inter-Institucional a nivel regional: Acuerdo de Viña del Mar para el control de los buques por el Estado Rector del Puerto. 

El Acuerdo Latinoamericano sobre Control de Buques por el Estado Rector del Puerto, conocido como Acuerdo de Viña del Mar, se firmó en 1992 para mejorar la seguridad marítima y proteger el medio ambiente marino en la región.

El acuerdo busca garantizar que los buques extranjeros que visitan los puertos de la región cumplan con las normas internacionales de seguridad, formación de tripulaciones, prevención de la contaminación y protección marítima.

Inspecciones

Las inspecciones son realizadas por personal calificado y autorizado por la Autoridad Marítima. El proceso comienza verificando los certificados de seguridad, documentos del buque, libros de registro, documentos de dotación mínima de seguridad y certificados de competencia de la tripulación. También se realiza una inspección general para determinar el estado del buque.

Si el buque no cuenta con los certificados necesarios o si hay indicios de deficiencias, se lleva a cabo una inspección más detallada. Si se encuentran deficiencias que ponen en riesgo la seguridad o el medio ambiente, el buque es retenido hasta que el capitán solucione los problemas. El Estado de Abanderamiento del buque también es informado sobre la medida adoptada.

Anticipacion a nuevos desafios: El futuro de los buques autonomos (MASS)/IALA

La Asociación Internacional de Señalización Marítima (IALA) ha publicado un informe que analiza las perspectivas futuras de los Buques Marítimos Autónomos de Superficie (MASS) en los próximos veinte años. El informe identifica cuatro escenarios clave:

  1. Muchos buques tripulados con funciones automatizadas (5-10 años): Se espera una mayor integración de funciones automatizadas en buques tripulados, especialmente en embarcaciones más pequeñas y especializadas. Este escenario puede verse como un paso intermedio hacia buques no tripulados.
  2. Pocos buques autónomos no tripulados (5-10 años): Se prevé un número limitado de buques no tripulados, principalmente en rutas de corta distancia y en países específicos. La adopción a gran escala en aguas internacionales parece poco probable en este período.
  3. Más buques tripulados con funciones automatizadas (10-20 años): Se espera un aumento significativo de buques tripulados con funciones automatizadas avanzadas, incluyendo el control remoto con tripulación a bordo. La viabilidad comercial de esta solución aún es incierta.
  4. Algunos buques autónomos no tripulados (10-20 años): Se prevé un mayor desarrollo de buques autónomos, especialmente en áreas con conectividad fiable. Se espera que la tecnología MASS se aplique a diversos tipos de buques, pero la adopción a gran escala de buques no tripulados de gran tamaño se estima en al menos 25 años.

El informe también destaca los factores que impulsan la inversión en MASS, como la optimización de la navegación, la eficiencia económica, la escasez de marinos cualificados y las mejoras en la seguridad. Sin embargo, también se señalan desafíos como la incertidumbre regulatoria, la fiabilidad de la tecnología y la aceptación pública.

Anticipacion a nuevos desafios: Descarbonizacion del Transporte Maritimo

El Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques (MARPOL) es un instrumento jurídico crucial en el transporte marítimo internacional. Su Anexo VI, desarrollado bajo el amparo de la Organización Marítima Internacional (OMI), establece medidas regulatorias esenciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector, responsable de cerca del 3% de las emisiones globales.

La descarbonización del transporte marítimo es una prioridad urgente. Medidas como el Índice de Eficiencia Energética Existente (EEXI) y el Indicador de Intensidad de Carbono (CII), obligatorios desde 2023, buscan ampliar el efecto de normas anteriores y promover la eficiencia energética.

En julio de 2023, la OMI adoptó una estrategia revisada para reducir las emisiones de GEI, marcando un avance significativo. No obstante, la implementación de esta estrategia presenta desafíos, como la incertidumbre sobre la mejor manera de reducir las emisiones y la transición a combustibles neutros en carbono.

Riesgos en el transporte maritimo: La crisis en el Mar Rojo

El transporte marítimo se enfrenta a una creciente volatilidad e incertidumbre debido a diversos factores que impactan la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad del sector.

La crisis en el Mar Rojo, causada por ataques de los hutíes a buques mercantes, ha provocado una importante alteración en el comercio marítimo mundial. Los buques que navegan por el Golfo de Adén, el Mar Rojo y el Canal de Suez se han visto obligados a desviarse y rodear el Cabo de Buena Esperanza en África, lo que ha generado un aumento en los costos y tiempos de transporte.

Esta situación ha impactado significativamente a los puertos africanos, que han experimentado una mayor congestión debido al aumento del tráfico marítimo. A pesar de que muchos de estos puertos no estaban preparados para manejar este incremento en el tráfico, algunos han logrado capitalizar esta situación. El puerto de Maputo, en Mozambique, es un ejemplo de buena gestión en medio de la crisis.

La crisis del Mar Rojo ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales y la necesidad de fortalecer el transporte y el comercio frente a las interrupciones.

La OMI ha exhortado a todos los Estados partes y a la industria marítima en general para que todos los gobiernos y las organizaciones internacionales trabajen en conjunto para abordar estos riesgos y mitigar sus consecuencias. La inversión en tecnología, la cooperación internacional, el fortalecimiento de las capacidades de seguridad y la promoción de prácticas sostenibles son esenciales para garantizar la seguridad, eficiencia y sostenibilidad del transporte marítimo en un entorno cada vez más complejo y desafiante.

Desafíos y Oportunidades para Venezuela

La participación activa de Venezuela en la OMI es clave para fortalecer su talasocracia. A través de la OMI, Venezuela puede promover sus intereses, defender sus derechos y contribuir a la construcción de un orden marítimo más justo y equitativo. Además, la OMI ofrece a Venezuela la oportunidad de desarrollar una talasocracia sostenible, basada en el respeto al medio ambiente y la gestión responsable de los recursos marítimos.

Conclusiones

La OMI es un actor fundamental en la configuración de las dinámicas de poder en los espacios marítimos. Venezuela, al aprovechar las oportunidades que ofrece la OMI, puede fortalecer su talasocracia y consolidarse como un líder marítimo en la región. La adaptación a las normas internacionales, el fortalecimiento de las capacidades institucionales, la inversión en tecnología y la promoción de la sostenibilidad son estrategias clave para lograr este objetivo.

Sistema Armonizado de Reconocimientos y Certificación (SARC): Directrices y Competencias para los Inspectores Navales

25 Feb

Las Directrices para efectuar reconocimientos de conformidad con el Sistema Armonizado de Reconocimientos y Certificación (SARC) son un conjunto de reglas y directrices que buscan promover la seguridad marítima y la protección del medio ambiente, mientras apoya a los Estados miembros en mejorar sus niveles de cumplimiento con los instrumentos de la Organización Marítima Internacional (OMI). Estas directrices fueron aprobadas por la Asamblea de la OMI en su 33º periodo de sesiones y se publicaron bajo la resolución A.33/RES.1186.

Las directrices definen diferentes tipos de reconocimientos, incluyendo reconocimientos iniciales, anuales, intermedios, periódicos, de renovación y otros específicos para determinados instrumentos de la OMI. El uso eficaz de estas directrices permite a los Estados miembros implementar un sistema de control más eficiente y fiable, lo que resulta en mejores niveles de cumplimiento con los instrumentos de la OMI.

OBJETIVOS CLAVES

  • Implementar una sistematizada y uniforme metodología para realizar reconocimientos de conformidad con el SARC.
  • Reflejar las últimas enmiendas a los instrumentos de la OMI relevantes para cada tipo de reconocimiento.
  • Promover la aplicabilidad de los reconocimientos a distancia, basándose en la experiencia adquirida durante la pandemia de COVID-19 y la tecnología avanzada

Para la realización de reconocimientos según el Sistema Armonizado de Reconocimientos y Certificación (SARC), los inspectores navales deben contar con una serie de habilidades y conocimientos específicos. Algunas de las competencias necesarias incluyen:

  • Conocimiento Profundo de los Instrumentos de la OMI: Deben tener un dominio sólido de los convenios y códigos internacionales relevantes, como el Convenio SOLAS, MARPOL, entre otros, para garantizar el cumplimiento normativo durante los reconocimientos.
  • Capacidad de Interpretación Técnica: Deben ser capaces de interpretar planos, diagramas, especificaciones técnicas y documentación relacionada con la seguridad marítima y la protección del medio ambiente.
  • Habilidades de Inspección: Deben poseer habilidades técnicas para llevar a cabo inspecciones detalladas en la estructura del casco, componentes y sistemas de maquinaria y equipos a bordo de los buques.
  • Conocimientos en Tecnología: Es fundamental que estén actualizados en el uso de tecnologías aplicadas a la inspección marítima, incluyendo sistemas de comunicación bidireccional de audio y video para reconocimientos a distancia.
  • Capacidad Analítica: Deben ser capaces de analizar información recopilada durante los reconocimientos para evaluar el cumplimiento normativo y detectar posibles deficiencias o riesgos.
  • Comunicación Efectiva: Deben tener habilidades comunicativas sólidas para interactuar con la tripulación, técnicos cualificados y otros profesionales durante los reconocimientos.
  • Ética Profesional: Deben actuar con integridad, imparcialidad y ética profesional en todas las etapas del proceso de reconocimiento.
  • Capacitación Continua: Es importante que se mantengan actualizados mediante programas de formación continua que aborden cambios normativos, avances tecnológicos y mejores prácticas en seguridad marítima.

Estas habilidades y conocimientos son fundamentales para que los inspectores navales puedan llevar a cabo reconocimientos efectivos y garantizar el cumplimiento de las normativas internacionales en materia marítima. 

ACTUALIZACIÓN DE INSPECTORES NAVALES

Corresponde a las Administraciones Marítimas elaborar  programas de capacitación de inspectores navales para que mantengan actualizados sus conocimientos y habilidades en el ámbito del Sistema Armonizado de Reconocimientos y Certificación (SARC), a tal efecto se pudieran considerar las siguientes recomendaciones: 

  1. Identificación de las áreas clave de desarrollo para los inspectores navales, tales como:
    • Reconocimientos iniciales, anuales, intermedios, periódicos y de renovación.
    • Reconocimientos a distancia.
    • Reconocimientos específicos para cada instrumento de la OMI

2. Desarrollo de  contenidos didácticos centrados en las directrices y requerimientos específicos del SARC, incluyendo casos prácticos y ejemplos relevantes.

3. Proporcionar entrenamiento teórico y práctico en temas como la interpretación correcta de planos, diagramas, especificaciones, cálculos y documentación técnica, así como en técnicas de inspección y evaluación de la conformidad.

4. Incluir información sobre las herramientas y recursos disponibles para facilitar el proceso de inspección, como sistemas de información geográfica (SIG), bases de datos y software de inspección electrónica.

5. Promover la colaboración entre inspectores navales y expertos en diversas disciplinas técnicas, como ingeniería naval, electricidad, mecánica, etc., para fortalecer la red de conocimientos y competencias dentro del equipo.

6. Implementación de actividades de aprendizaje continuo, como conversatorios de materias técnicas, seminarios y cursos de actualización, para mantener al equipo de inspectores al día con los últimos avances y desarrollos en materia de seguridad marítima y protección del medio ambiente.

7. Monitorear y evaluar regularmente el desempeño de los inspectores navales, utilizando métricas objetivas y subjetivas, para identificar áreas de fortaleza y oportunidades de mejora.

8. Facilitar acceso a recursos digitales y bibliotecas especializadas para que los inspectores navales puedan complementar su formación y mantenerse al día con los últimos avances en materia de seguridad marítima y protección del medio ambiente.

9. Garantizar la participación activa de los inspectores navales en la creación y actualización del programa de capacitación, para que reflejen sus necesidades y expectativas profesionales.

10. Promover la cultura de la seguridad y la protección del medio ambiente dentro del equipo de inspectores navales, para fortalecer su compromiso con los objetivos del SARC y la OMI.

Haga click para ver la Resolución OMI A.33/1186