La Organización Meteorológica Mundial (OMM) y su papel crucial en la seguridad marítima

27 Ago

150 años de evolución y los retos del futuro

La meteorología marina ha sido un factor determinante en la historia de la navegación, impactando tanto la seguridad como la eficiencia de las travesías marítimas. En este sentido, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha jugado un papel fundamental en la evolución de los servicios meteorológicos para la navegación, garantizando la seguridad en el mar.

Desde su creación en 1873 como Organización Meteorológica Internacional, la OMM ha sido testigo y protagonista de los avances tecnológicos y normativos que han mejorado la precisión y fiabilidad de la información meteorológica marítima. La transmisión de esta información, crucial para la seguridad, ha evolucionado desde sistemas básicos hasta el actual Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítimos (SMSSM), que integra comunicaciones satelitales y terrestres para asegurar que ningún buque en peligro quede sin asistencia. La adopción del SMSSM como parte del Convenio SOLAS en 1988 marcó un hito en la seguridad marítima, requiriendo que buques de cierto tonelaje estuvieran equipados con receptores para recibir automáticamente información de seguridad marítima, incluyendo alertas y predicciones meteorológicas.

La OMM no solo se ha encargado de la predicción meteorológica, sino que también ha establecido las METAREAs (áreas de responsabilidad meteorológica) a nivel mundial y ha colaborado con otras organizaciones internacionales como la Organización Marítima Internacional (OMI) y la Organización Hidrográfica Internacional (OHI) en la publicación de manuales y guías para la seguridad marítima. La creación de la Comisión Mixta OMM/COI sobre Oceanografía y Meteorología Marina (JCOMM) en 1999 fortaleció la cooperación internacional en este ámbito, permitiendo una mayor concentración de conocimientos especializados y la creación de equipos de expertos en diversas disciplinas.

El futuro de los servicios meteorológicos marítimos se presenta lleno de retos y oportunidades. La digitalización y el avance de la tecnología ofrecen la posibilidad de presentar información de forma más gráfica e intuitiva, facilitando su interpretación y uso por parte de la gente de mar. Además, la irrupción de buques autónomos plantea nuevos escenarios en los que la información meteorológica y oceanográfica en tiempo real será aún más crucial para la toma de decisiones y la operación segura de estas embarcaciones. El desarrollo de productos compatibles con el marco de la ‘S-100’ y la posible sustitución de la tecnología NAVTEX por sistemas digitales terrestres son ejemplos de los cambios que se avecinan en el futuro cercano.

Ante estos desafíos, tanto las administraciones marítimas como el personal de la gente de mar deben desarrollar nuevas competencias. La capacidad de interpretar y utilizar información meteorológica compleja, así como la adaptación a las nuevas tecnologías de comunicación y visualización de datos, serán habilidades clave para garantizar la seguridad y eficiencia en la navegación del futuro. Además, la formación en materia de protección del medio marino y respuesta a emergencias ambientales será cada vez más importante en un contexto de creciente preocupación por la sostenibilidad de las actividades marítimas.

La OMM, con su larga trayectoria y compromiso con la seguridad marítima, seguirá siendo un actor clave en este proceso de evolución. La organización continuará proporcionando el marco normativo y técnico necesario para que la información meteorológica siga siendo un pilar fundamental en la navegación, protegiendo vidas, bienes y el medio ambiente en el mar. La colaboración entre la OMM, la OMI, la OHI y otras organizaciones internacionales será esencial para afrontar los retos del futuro y garantizar una navegación segura y sostenible para las generaciones venideras.

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