
Desafíos y Oportunidades
La Organización Marítima Internacional (OMI) juega un papel crucial en la gobernanza y seguridad marítima a nivel global, siendo un actor clave en la promoción de la talasocracia, el dominio y control de los mares. Este artículo analiza la relación entre la OMI y el concepto de talasocracia, explorando cómo Venezuela puede aprovechar este organismo para fortalecer su posición marítima.
Mandato de la OMI
La OMI, como organismo especializado de las Naciones Unidas, tiene un mandato mundial que abarca la seguridad, la prevención de la contaminación marina y la eficiencia de la navegación. Su legitimidad se basa en su amplia membresía de 176 Estados y la aceptación generalizada de sus reglas y normas que generalmente se adoptan por consenso.

Relación entre la OMI y el Concepto de Talasocracia
El enfoque de la OMI en la gobernanza y seguridad marítima está estrechamente alineado con el concepto de talasocracia. La labor normativa y de cooperación de la OMI fortalece la capacidad de los Estados para ejercer control y dominio sobre los mares y océanos.

Ley Orgánica de los Espacios Acuáticos y Soberanía Venezolana
Venezuela, aunque no ha ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), ha promulgado la Ley Orgánica de los Espacios Acuáticos (LOEA), que incorpora gran parte de su contenido. Esta ley permite a Venezuela ejercer un mayor control y soberanía sobre sus espacios marítimos, delimitándolos, otorgándole derechos sobre los recursos naturales marinos y estableciendo mecanismos para su seguridad y defensa.

Venezuela como Estado Talasocrático
El análisis de la LOEA y la ratificación de 21 convenios de la OMI evidencian la voluntad de Venezuela de ejercer control y soberanía sobre sus espacios marítimos y participar activamente en la gobernanza marítima internacional. A pesar de los desafíos en cuanto a la proyección de poder marítimo y desarrollo tecnológico, Venezuela presenta características de un Estado talasocrático.

Analisis de la Talasocracia en Venezuela
En cuanto al analisis de la LOEA permite concluir que Venezuela presenta características de un Estado talasocrático, en la medida en que ha buscado ejercer un mayor control y dominio sobre sus espacios acuáticos, a través de la promulgación de una legislación propia y la participación activa en la gobernanza marítima internacional.
En este sentido, la participación activa de Venezuela en la OMI puede ser vista como una herramienta para ejercer su Talasocracia, es decir, para fortalecer su influencia y liderazgo en el ámbito marítimo regional e internacional. A través de la OMI, Venezuela puede promover sus intereses, defender sus derechos y contribuir a la construcción de un orden marítimo más justo y equitativo.
Además, la OMI ofrece a Venezuela la oportunidad de desarrollar una Talasocracia sostenible, basada en el respeto al medio ambiente y la gestión responsable de los recursos marítimos. La adopción de prácticas sostenibles en el transporte marítimo, promovidas por la OMI, puede contribuir al desarrollo económico y social de Venezuela, al tiempo que protege su patrimonio natural y cultural.

Ejemplos de Aplicación del Enfoque Talasocrático en la OMI
La OMI ha aplicado el enfoque talasocrático a través del desarrollo de estándares internacionales, mecanismos de implementación y cumplimiento, cooperación interinstitucional y anticipación a nuevos desafíos. Ejemplos de ello son el Convenio SOLAS, el Plan de Auditorías de los Estados Miembros (IMSAS), la Ventanilla Única Marítima (VUM), el Acuerdo de Ciudad de Cabo y el Acuerdo de Viña del Mar.

Desarrollo de estandares Internacionales: El Convenio SOLAS
El Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar es un tratado internacional crucial que establece normas mínimas de seguridad para la construcción, equipamiento y operación de buques mercantes. El Convenio SOLAS tiene como objetivo principal salvaguardar la vida humana en el mar.
El Convenio SOLAS aborda una amplia gama de aspectos relacionados con la seguridad marítima, incluyendo la construcción del buque, el compartimentado y la estabilidad, las instalaciones de máquinas e instalaciones eléctricas, la prevención, detección y extinción de incendios, los dispositivos y medios de salvamento, las radiocomunicaciones, la seguridad en la navegación, el transporte de cargas y mercancías peligrosas, los buques nucleares, la gestión de la seguridad operacional, las medidas de seguridad para naves de gran velocidad y graneleros, y las medidas especiales para incrementar la seguridad y protección marítima.
La importancia del Convenio SOLAS radica en su capacidad para establecer un marco regulatorio uniforme a nivel internacional, garantizando que los buques cumplan con estándares mínimos de seguridad, independientemente de su bandera. Esto contribuye a reducir los riesgos de accidentes marítimos, proteger la vida de las tripulaciones y pasajeros, y prevenir la contaminación marina.
El Convenio SOLAS establece un sistema de certificación y supervisión para asegurar el cumplimiento de sus disposiciones. Los Estados de abanderamiento son responsables de verificar que los buques bajo su bandera cumplan con las normas del Convenio, y los Estados rectores de puertos pueden inspeccionar buques extranjeros para garantizar que cumplan con los estándares internacionales.
El Convenio SOLAS ha demostrado ser un instrumento eficaz para mejorar la seguridad marítima a nivel mundial. A través de sus enmiendas y actualizaciones periódicas, el Convenio se adapta a los avances tecnológicos y a los nuevos desafíos que enfrenta el transporte marítimo, garantizando que las normas de seguridad sigan siendo relevantes y efectivas para proteger la vida humana en el mar.

Mecanismos de implementacion y cumplimiento: Auditorias IMSAS
El Consejo de la Organización Marítima Internacional (OMI) en su 132º periodo de sesiones abordó el Plan de auditorías de los Estados Miembros de la OMI (IMSAS). Se refrendó el calendario de auditorías revisado. Se alentó a los Estados Miembros auditados a autorizar la divulgación de sus informes finales y proporcionar datos de contacto para acceder a ellos a través del GISIS. Se invitó a los Estados Miembros auditados a presentar observaciones sobre los avances en la implantación de sus planes de medidas correctivas. Se alentó a los auditores a actualizar sus perfiles en la lista-e y a los Estados Miembros a potenciar la participación de las mujeres en el Plan de auditorías.
El Consejo examino los retos del primer ciclo de auditorías. Se respaldó la propuesta de perfeccionar el Plan en el segundo ciclo mediante un enfoque de supervisión continua. Tambien se refrendó la revisión del Manual del auditor y se solicitó a la Secretaría que presentara un proyecto revisado.
El Consejo apoyó el restablecimiento del grupo de expertos para dos periodos de sesiones, incluyendo los elementos de seguimiento continuo (ICMM) y las novedades informáticas, para conducir el Plan hacia sus próximos ciclos de auditorías.

Cooperacion Inter-Institucional: Ventanilla Unica Maritima (UNCTAD)
Actualmente la Autoridad Acuática Venezolana está desarrollando una ventanilla única marítima, que se integrara en una ventanilla única nacional con el SUDUNEA del SENIAT y muy posiblemente también con la ventanilla única de comercio exterior, realmente en un entorno de ventanillas única, con un único punto de entrada al sistema.
La implementación de una Ventanilla Única Marítima es un proceso complejo que requiere una planificación cuidadosa y una estrecha colaboración entre los diferentes actores involucrados. Sin embargo, los beneficios potenciales en términos de eficiencia, competitividad y facilitación del comercio marítimo hacen que este esfuerzo valga la pena.
En general, el proyecto de Ventanilla Única de Facilitación Portuaria en Venezuela hasta la fecha muestra un progreso notable y en su plan de trabajo tiene presente continuar fortaleciendo la coordinación interinstitucional y la participación del sector privado, con la finalidad de poder consolidar una herramienta eficiente y transparente que impulse el desarrollo comercio marítimo y la competitividad del país.

Cooperacion Inter-Institucional: Acuerdo de Ciudad del Cabo (OMI-OIT-FAO)
El Acuerdo de Ciudad del Cabo de 2012 es un tratado internacional crucial para mejorar la seguridad de los buques pesqueros, una de las profesiones más peligrosas del mundo.
La importancia de este acuerdo radica en su contribución a la navegación segura, legal y sostenible, mejorando las normas de seguridad de más de 64.000 buques de 24 metros de eslora en todo el mundo. El acuerdo busca facilitar un mejor control de la seguridad por parte de los Estados rectores de puerto, los Estados de abanderamiento y los Estados ribereños. Además, se espera que contribuya a combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) y a prevenir la contaminación marina por plásticos procedentes de redes de pesca abandonadas.

Cooperacion Inter-Institucional a nivel regional: Acuerdo de Viña del Mar para el control de los buques por el Estado Rector del Puerto.
El Acuerdo Latinoamericano sobre Control de Buques por el Estado Rector del Puerto, conocido como Acuerdo de Viña del Mar, se firmó en 1992 para mejorar la seguridad marítima y proteger el medio ambiente marino en la región.
El acuerdo busca garantizar que los buques extranjeros que visitan los puertos de la región cumplan con las normas internacionales de seguridad, formación de tripulaciones, prevención de la contaminación y protección marítima.
Inspecciones
Las inspecciones son realizadas por personal calificado y autorizado por la Autoridad Marítima. El proceso comienza verificando los certificados de seguridad, documentos del buque, libros de registro, documentos de dotación mínima de seguridad y certificados de competencia de la tripulación. También se realiza una inspección general para determinar el estado del buque.
Si el buque no cuenta con los certificados necesarios o si hay indicios de deficiencias, se lleva a cabo una inspección más detallada. Si se encuentran deficiencias que ponen en riesgo la seguridad o el medio ambiente, el buque es retenido hasta que el capitán solucione los problemas. El Estado de Abanderamiento del buque también es informado sobre la medida adoptada.

Anticipacion a nuevos desafios: El futuro de los buques autonomos (MASS)/IALA
La Asociación Internacional de Señalización Marítima (IALA) ha publicado un informe que analiza las perspectivas futuras de los Buques Marítimos Autónomos de Superficie (MASS) en los próximos veinte años. El informe identifica cuatro escenarios clave:
- Muchos buques tripulados con funciones automatizadas (5-10 años): Se espera una mayor integración de funciones automatizadas en buques tripulados, especialmente en embarcaciones más pequeñas y especializadas. Este escenario puede verse como un paso intermedio hacia buques no tripulados.
- Pocos buques autónomos no tripulados (5-10 años): Se prevé un número limitado de buques no tripulados, principalmente en rutas de corta distancia y en países específicos. La adopción a gran escala en aguas internacionales parece poco probable en este período.
- Más buques tripulados con funciones automatizadas (10-20 años): Se espera un aumento significativo de buques tripulados con funciones automatizadas avanzadas, incluyendo el control remoto con tripulación a bordo. La viabilidad comercial de esta solución aún es incierta.
- Algunos buques autónomos no tripulados (10-20 años): Se prevé un mayor desarrollo de buques autónomos, especialmente en áreas con conectividad fiable. Se espera que la tecnología MASS se aplique a diversos tipos de buques, pero la adopción a gran escala de buques no tripulados de gran tamaño se estima en al menos 25 años.
El informe también destaca los factores que impulsan la inversión en MASS, como la optimización de la navegación, la eficiencia económica, la escasez de marinos cualificados y las mejoras en la seguridad. Sin embargo, también se señalan desafíos como la incertidumbre regulatoria, la fiabilidad de la tecnología y la aceptación pública.

Anticipacion a nuevos desafios: Descarbonizacion del Transporte Maritimo
El Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques (MARPOL) es un instrumento jurídico crucial en el transporte marítimo internacional. Su Anexo VI, desarrollado bajo el amparo de la Organización Marítima Internacional (OMI), establece medidas regulatorias esenciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector, responsable de cerca del 3% de las emisiones globales.
La descarbonización del transporte marítimo es una prioridad urgente. Medidas como el Índice de Eficiencia Energética Existente (EEXI) y el Indicador de Intensidad de Carbono (CII), obligatorios desde 2023, buscan ampliar el efecto de normas anteriores y promover la eficiencia energética.
En julio de 2023, la OMI adoptó una estrategia revisada para reducir las emisiones de GEI, marcando un avance significativo. No obstante, la implementación de esta estrategia presenta desafíos, como la incertidumbre sobre la mejor manera de reducir las emisiones y la transición a combustibles neutros en carbono.

Riesgos en el transporte maritimo: La crisis en el Mar Rojo
El transporte marítimo se enfrenta a una creciente volatilidad e incertidumbre debido a diversos factores que impactan la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad del sector.
La crisis en el Mar Rojo, causada por ataques de los hutíes a buques mercantes, ha provocado una importante alteración en el comercio marítimo mundial. Los buques que navegan por el Golfo de Adén, el Mar Rojo y el Canal de Suez se han visto obligados a desviarse y rodear el Cabo de Buena Esperanza en África, lo que ha generado un aumento en los costos y tiempos de transporte.
Esta situación ha impactado significativamente a los puertos africanos, que han experimentado una mayor congestión debido al aumento del tráfico marítimo. A pesar de que muchos de estos puertos no estaban preparados para manejar este incremento en el tráfico, algunos han logrado capitalizar esta situación. El puerto de Maputo, en Mozambique, es un ejemplo de buena gestión en medio de la crisis.
La crisis del Mar Rojo ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales y la necesidad de fortalecer el transporte y el comercio frente a las interrupciones.
La OMI ha exhortado a todos los Estados partes y a la industria marítima en general para que todos los gobiernos y las organizaciones internacionales trabajen en conjunto para abordar estos riesgos y mitigar sus consecuencias. La inversión en tecnología, la cooperación internacional, el fortalecimiento de las capacidades de seguridad y la promoción de prácticas sostenibles son esenciales para garantizar la seguridad, eficiencia y sostenibilidad del transporte marítimo en un entorno cada vez más complejo y desafiante.


Desafíos y Oportunidades para Venezuela
La participación activa de Venezuela en la OMI es clave para fortalecer su talasocracia. A través de la OMI, Venezuela puede promover sus intereses, defender sus derechos y contribuir a la construcción de un orden marítimo más justo y equitativo. Además, la OMI ofrece a Venezuela la oportunidad de desarrollar una talasocracia sostenible, basada en el respeto al medio ambiente y la gestión responsable de los recursos marítimos.
Conclusiones
La OMI es un actor fundamental en la configuración de las dinámicas de poder en los espacios marítimos. Venezuela, al aprovechar las oportunidades que ofrece la OMI, puede fortalecer su talasocracia y consolidarse como un líder marítimo en la región. La adaptación a las normas internacionales, el fortalecimiento de las capacidades institucionales, la inversión en tecnología y la promoción de la sostenibilidad son estrategias clave para lograr este objetivo.








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